Estambul (Turquía)

Ya lo he dicho varias veces…me encantan las grandes ciudades. Las ciudades variadas, con barrios diferenciados y que rompen los tópicos sobre «los monumentos que hay que visitar». Y Estambul es una gran ciudad (y uso el epíteto a conciencia, incluyendo todo lo que «gran» significa, con todas sus acepciones). Sí, Estambul es una ciudad grande y es una gran ciudad. Y, como tal, rompe clichés. Y, como tal, y por ello, puede decepcionar, en un principio. De igual modo que vas a Moscú y acabas disfrutando más de muchos otros lugares que no son la Plaza Roja, o vas a Roma y ves que lo bonito son los barrios, y que los monumentos mundialmente famosos no son más que un «MacGuffin». Igual pasa con Estambul. Y lo que al principio puede decepcionar, al final es lo que engancha.

He estado en Estambul nueve veces, y no me canso de volver. Igual que a Roma o a Berlín. Las dos primeras, porque cambian poco y se disfruta de lo conocido. La capital alemana, por lo contrario: porque cada vez es diferente. Pero si digo que sucede habitualmente que las grandes ciudades pueden decepcionar en la primera visita es porque precisamente se tiene una imagen idealizada de ellas. Sabes que vas a ver Santa Sofía, y es cierto. Pero te crees, y ese es el problema, que te crees, que vas a ver una ciudad-bazar, que rebosa encanto y exotismo. Y no es cierto. El bazar propiamente no deja de ser un mercado para turistas. Bonito, sí, pero sin ningún interés más allá del marco arquitectónico. Por contra, te encuentras, en sus alrededores, miles de campesinos que han venido desde Anatolia y otros lugares rurales a buscarse la vida vendiendo los objetos más inútiles que uno se pueda imaginar.

DSC_1503.JPG

IMG_5764.JPG

Estambul, como toda gran ciudad, por tanto, romper tópicos. Y, como toda gran ciudad, eso es lo que acaba enganchando. Es lo que acabas apreciando. Te crees que vas a ver mezquitas de piedra y, claro, las ves. Pero también ves algunas casas de madera, con sus  bonitos espacios salientes, que recuerdan al Modernismo, y que se conservan tras la modernización malentendida de Atatürk, que se dedicó a quemar este tipo de viviendas por relacionarse con el Imperio Otomano. Pero aún quedan muchas, y otras se están rehabilitando para destinar su uso a hoteles-boutique.

IMG_5761.JPG

¿Más tópicos? Crees que verás una sociedad cerrada, con las mujeres tapadas de arriba abajo…y sí, claro que las ves, especialmente cruzando el Bósforo, cogiendo el ferry con los locales hacia la parte asiática, hasta Üsküdar, donde el tiempo ha ido hacia atrás unas décadas respecto a Beyoglu. Es, en cambio, en este barrio, de calles en cuadrícula y bonitas casas que, de nuevo recuerdan al Modernismo, donde te das cuenta que también estás en Europa. Tomas una cerveza rodeado de jóvenes y  esto es Turquía.

Estambul rompe clichés porque te das cuenta que estás en Europa. La Europa del cruce de civilizaciones, que diría el correccionismo político. Puedes visitar la bellísima Mezquita Azul, o de Sultanahmet (teóricamente no se puede acceder si hay servicio, pero es factible entrar si no tienes mucha pinta de turista), y justo delante, Santa Sofía, que fue iglesia cristiana también. Al lado, la impresionante cisterna-basílica, de la época de los romanos, y seguir andando hacia el oeste, pasando por la Universidad y atravesando el también romano acueducto de Valente, hasta la bonita mezquita de Selim, que es la entrada a otro mundo: el barrio armenio. Estambul, como toda gran ciudad, es una ciudad de ciudades. Estambul es Roma y es Europa. Quizás decepcione al principio, pero acaba enganchando.

DSC_1508.JPG

IMG_5766.JPG

 

 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: