La mirada sobre África: otro tipo de pandemia

Las previsiones más catastrofistas sobre la incidencia del virus en África han quedado en papel mojado, demostrándose, de nuevo, que es imposible hacer un pronóstico acertado cuando el análisis en el que se basa es erróneo.

¿Y por qué el análisis previo fue erróneo? Pues, a parte de prejuicios racistas como que la genética de los negros  no los predisponía tanto a la afectación del COVID-19 (o, incluso peor: que como están acostumbrados a los virus, ya están inmunizados, como si todos fueran iguales), se cometió uno de los fallos básicos y típicos a la hora de enfocar África, y que ya comenté en el post dedicado a Costa de Marfil: que se ve el continente como un todo unitario, casi como si fuera un solo país. Y no. Son más de 50 estados con sus especificidades características, y tiene tanto en común Sudáfrica con Libia o Etiopía con Guinea ecuatorial como lo puede tener España con Rusia. Y, como he dicho, si el diagnóstico es erróneo, lo que se prevé seguramente no se cumplirá.

Sí, la sanidad en el continente negro es lamentable, y no hay actitud buenista que pueda ver en ello algo positivo al añadirle el supuesto moralismo de frases como «pero son felices y los niños siempre sonríen». El problema es que sólo se tuvo este aspecto, el del nivel sanitario en África, a la hora de adelantarse y dar por hecho un desastre que dejaría a lo que pasaba en Europa y Estados Unidos como casi una anécdota. No se tuvieron en cuenta otros factores, entre ellos, la previsión y la experiencia, que es algo de lo que también se puede aprender. La medicalización es infame, pero quizás no hace falta usarla si previamente ha habido una buena anticipación, y esto es lo que ha pasado en África.

Mientras en España no se cerraban los territorios con mayor densidad de población y mayor movilidad, y mientras han seguido llegando vuelos internacionales (y, de hecho, hasta hace una semana ni se tomaba la temperatura a los recién aterrizados), la mayoría de aeropuertos africanos se cerraron a las primeras de cambio. ¿El resultado? En Benín únicamente hay que lamentar tres muertes.

No soy de los que cree que con el virus habrá un cambio en el comportamiento social. Sí evidentemente en los primeros meses, y solo por imperativo legal. Después, todo volverá a ser como el año pasado. Y si no cambiarán los hábitos, mucho menos lo hará la mentalidad de la gente. Se dice que se revisarán ideas, conceptos, prioridades…yo lo dudo. Se cree que habrá un aprendizaje para esta «nueva normalidad». No lo creo. Lo que sí creo, por desgracia, es que el éxito de la gestión de África en la pandemia no nos enseñará nada. Este continente no debe verse con prejuicios pero tampoco con condescendencia, y ambos son, por desgracia, lo habitual. Tener una mirada reduccionista y simplificadora seguirá siendo, en esta «nueva normalidad», lo normal.

3 respuestas a «La mirada sobre África: otro tipo de pandemia»

  1. Totalment d’acord… Hem d’aprendre molt d’un continent que segueix sobrevivint, malgrat tota la història de sobreexplotació, abús, negligència i maltractament perpetuat per aquest “primer món” que té la indecència de girar-s’hi d’esquena, mirar de gairell, i per sobre l’espatlla, pel pànic a mirar de cara la grandesa d’uns territoris i unes cultures, que tant de bo algun dia puguin alçar el cap malgrat tots els malgrats…

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